Tengo que decir que me quedé impresionada cuando leí el reportaje de El País Semanal, el verano pasado, sobre el Ejercito del Sari Rosa. Ni sabía que existía, ni me podía imaginar que tal movimiento o colectivo tuviese cabida en un país como India, justo entre la gente más pobre. Pero que tonta fui. Como si no conociera que los activistas más maravillosos provienen de las clases populares en cualquier lugar del mundo. Pues bien, dicho ejercito nació por iniciativa de Sampat Pal, una mujer que pese a haber vivido una dura niñez y juventud decidió poner freno a la violencia de género, la corrupción política y los abusos a los que su población se veía sometida día a día. Hoy, son cien mil mujeres las que la acompañan en la lucha y van armadas, armadas con palos fuertes por si las agreden, pero son pacifistas. Supe de ellas porque El País Semanal publicó todo un trabajo interesantísimo que entremezclaba el relato de la protagonista con las peripecias del periodista quien la acompañó a
Este es un blog personal, sin mayor pretensión que sacar a la luz algunos arrebatos, algunas opiniones, algunas inspiraciones. Son todos intentos, a ver a dónde nos lleva...