Hablaba con una amiga sobre las pérdidas. Esas que duelen incluso más, porque se meten en el cuerpo y las sienten las células… Cuando pierdes a alguien que has querido mucho, cuando pierdes una ilusión, cuando pierdes una posición, cuando pierdes un trabajo, cuando pierdes una oportunidad que nunca supiste que lo era o que siempre estuvo allí y por obra del despiadado destino no pudiste coger o aprovechar. Perder no produce ninguna buena sensación, pero la gente que ha alcanzado el nirvana dice que hay que pasar por este camino de pérdidas para fortalecerse interiormente. Esto aplicado a la vida más trascendente tiene todo el sentido. Viéndolo, por el contrario, en la cotidianidad hay muchas cosas que empiezo a meditar sobre el enfoque de nuestras acciones y cómo priorizamos nuestra presencia y visibilidad en este mundo y en el submundo online, como empresas, como personas, como colectivos. Que luego aparecen las crisis, empezaremos a darnos golpes de pecho y parece que nunca es
Este es un blog personal, sin mayor pretensión que sacar a la luz algunos arrebatos, algunas opiniones, algunas inspiraciones. Son todos intentos, a ver a dónde nos lleva...