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Mostrando entradas de 2009

Me pregunto

Me pregunto por qué todo lo de los demás parece siempre más fácil que lo propio. En temas de inspiración veo tan prolíficos a algunos y tan contenida la propia, que me entra un apuro taquicárdico. Hace unos minutos recibí un mensaje de un amigo de la tierna época universitaria. Y digo tierna porque parece que fue hace mucho, aunque quizás no lo sea. Entonces había tantos estímulos para el intelecto que cualquier suspiro individual o colectivo, sentido o inventado, era fuente de inspiración a raudales. Según el mensaje de mi amigo, yo le decía que uno no debía esperar a que la inspiración llegara sino que debía forzarla a aparecer. Vaya. No me reconozco. No lo recuerdo y me sorprende que haya quien tenga los pensamientos de hace tantos años pintados con tinta indeleble en la memoria. Que gusto. Pero porqué una jovencita puede pensar eso y 13 años más tarde no continúo en lo que parecía un ejercicio inteligente por que fluyese la inspiración, por escurrirla y estrujarla hasta sacarl

Aayy!!!

Trocito de aire, luz del silencio, sonido del alma Qué sería de mí sin eso Oh callada exultación que se resiste a ser Impulso sutil, ráfaga vivaz Que difícil entender las voces de atrás, ¿qué querrán decir? Por que será que es así ¿Será verdad que he de cambiar? A propósito de esta experiencia que me ha dejado anonadada Lo cierto que es que parece que tampoco tenía nada que decir Que no hacía falta modular Que sólo se necesita nariz para respirar Que el lenguaje me puede brotar De muchas otras formas sin tener que esperar Pero esperé Esperaré Llevo esperando tanto que ya no sé ni qué vendrá, si he de pensar o no Si he de actuar y cómo Si he de sentir solamente y darle cabida al velo mustio que se empeña en doblegar mi más visible espíritu. Mi sonar.

Hikikomori. Lo que duele la juventud.

¿Será posible que haya tantas situaciones que uno ni se imagina que existen? Me refiero esta vez al Hikikomori en Japón. Esto tan raro es un fenómeno de aislamiento de los jóvenes japoneses protagonizado mayoritariamente por mujeres… Vaya. Empezó con hombres de clases acomodadas y ahora se suman tantas mujeres que está convirtiéndose en una epidemia. ¿No se cansarán los jóvenes de ser los raros y diferentes? Pues no. La juventud es rebeldía, lucha, trasgresión, por antonomasia. Lo que pasa con estos jóvenes japoneses es que ya no quieren luchar como siempre se ha hecho. Les duele su existencia en sociedad, los abruma cualquier problema, como perder el novio, no ganar suficiente en el trabajo o no aprobar en el colegio. Al parecer este mundo los supera, les pesa tanto. Los va acorralando hasta que los asfixia un nudo invisible y deciden encerrarse en su habitación y vivir a través de la tecnología con la que encuentran el puente que los une al mundo exterior, a la sociedad que no les g

Mis mujeres valientes

Tengo que decir que me quedé impresionada cuando leí el reportaje de El País Semanal, el verano pasado, sobre el Ejercito del Sari Rosa. Ni sabía que existía, ni me podía imaginar que tal movimiento o colectivo tuviese cabida en un país como India, justo entre la gente más pobre. Pero que tonta fui. Como si no conociera que los activistas más maravillosos provienen de las clases populares en cualquier lugar del mundo. Pues bien, dicho ejercito nació por iniciativa de Sampat Pal, una mujer que pese a haber vivido una dura niñez y juventud decidió poner freno a la violencia de género, la corrupción política y los abusos a los que su población se veía sometida día a día. Hoy, son cien mil mujeres las que la acompañan en la lucha y van armadas, armadas con palos fuertes por si las agreden, pero son pacifistas. Supe de ellas porque El País Semanal publicó todo un trabajo interesantísimo que entremezclaba el relato de la protagonista con las peripecias del periodista quien la acompañó a

Alicia en otro país lleno de berenjenales

Esto del paro en España está poniendo neurótico, ansioso y delirante a casi todo el mundo. Nunca imaginé que venir de tan lejos a ejercer mi profesión iba a resultar una experiencia insólita. Insólita, porque si allá no hay trabajo, aquí parece que menos aún. Menos por el miedo de empresarios, menos por la condición de extranjera, menos por el sentimiento interno de valía que no permite aceptar cualquier empleo a tres meses de teleoperadora. Para eso mejor me quedo quieta y bendigo lo que tengo. Pero, qué tengo. Vamos a ver: en términos básicos sólo el pan de cada día, porque ninguna garantía, ninguna aportación seria al bienestar del futuro, ningún estímulo al intelecto, pero tengo mucho más que muchos otros. Con eso, con esa última frase, el cerebro empieza a agradecer en un ejercicio humilde de indignidad. Vaya vaivenes los del cerebro. Tal como el Príncipe de Asturias calificó el Paro: como una situación que golpea la dignidad, empiezo a ver lo que hay visible en las ofertas lab

Página en blanco

Relato. Agosto, 2009. Página en blanco. El terror de todos los que tienen o quieren empezar a escribir. El momento en el que como no fluye te fuerzas hasta que llega. Eso fue lo que le debió pasar a carlota. Con ese nombre le resultaba difícil concentrar sus dotes en la escritura, la gente hablaba de ella y ella, aburrida del cuchicheo, decidió empezar a hablar de la gente. O mejor, a escribir de la gente. Pero no le salía nada. Ella se forzaba pero no entendía la mecánica del oficio y se avergonzaba de tener que meterse en la vida de los demás. Los días pasaron y carlota se sintió aliviada. Un día se envalentonó, tomo una hoja y simplemente empezó y luego vino una perorata inconexa que derivó en su obra maestra. El bálsamo, la cúspide. Describió a sus amigas. Habló de la amistad. Profirió discursos apasionados y finalmente descubrió que el mejor relato siempre estaría por contar y que seguiría resultando de la vida exacta de sus tres amigas. Acabó el cuaderno y cerró su mente.

Todo en su justa medida. Y no hay una única medida...

Opinión. Marzo, 2009. A propósito de ese mail que anda circulando por estos días y que cuenta la siguiente historia: Una mujer contemporánea –al parecer mejicana, por sus expresiones- que un día decide parar y reivindicar el rol de las mujeres como bellas damas reinas de su hogar, sabias, cultivadas, humanas, sensibles, llenas de entretenciones heredadas de generación en generación… La chica siente que es pagar un precio demasiado alto el querer vivir igual que los hombres; que madrugar, usar tacones y llevar una vida de ejecutiva, madre y, lo peor de todo: abandonada por los hombres, sobrepasa la capacidad de resistencia y es demasiado exigente con las mujeres. Que asumir esa vida de superwoman nos deja abatidas, deprimidas, sintiéndonos culpables y por ende insatisfechas. Total, una mirada crítica a la vida de muchas mujeres de hoy, pero no por eso válida en todos sus planteamientos. Si miramos con detenimiento el estereotipo de mujer moderna que describe no es más que el produ

¿Terrorismo?, ¿lucha?, ¿guerra?

Opinión. Enero, 2009. Existe desde siempre y nunca se agota. Existe con toda su crudeza gracias a que somos gobernados por hombres y los hombres son seducidos, altamente seducidos, irremediablemente seducidos por la fantasía de la guerra, del concepto de vencedores y vencidos, y luego son apabullados por la crueldad real de la sangre y de la muerte. Pero no aprenden. A propósito de la masacre en Gaza, de la actitud de Israel y de nosotros como espectadores de la lucha contra el “terrorismo”: Mi país ha sufrido también mucho, muchísimo a causa del terrorismo, que a su vez tiene raíces en la ambición malsana cultivada en los ámbitos más sórdidos, que proviene de la desigualdad y la injusticia social y que antes y ahora y creo que por siempre se materializa en la pobreza. Los terroristas no se gustan ni ellos mismos, creo que a nadie le gustan los terroristas, o bueno, idealmente a nadie le tendrían que gustar. Pero no por lo que piensan o por los motivos que tienen -en ese caso se

Terrible Presagio

Relato. Abril, 2009. Sonaron las sirenas de una ambulancia como un terrible presagio, su corazón empezó a latir con increíble rapidez, en sus oídos el ulular de la calle, la ansiedad, el frío. Estaba aturdida, ese sonido retumbaba en su mente, en sus venas. Por qué no acababa aquella sensación, por qué aquel mareo, se desvanecía, su boca seca y encalambrada se torcía en un rictus aterrador. Se iba, caía... De repente un golpe seco. Cuando despertó sonreían todos a su alrededor. Le hablaban. Ella no acababa de entender que por esa avenida tan transitada, a pocas calles del nuevo hospital, pasarían una y otra vez, tal como hacía unos minutos, aquellos coches ruidosos transportando enfermos y que tendría que convivir con ello. Eran los sonidos infernales de la ciudad. No había sido un sueño. Sería desde ese momento la reacción de pánico de la nueva inquilina mayor de aquel edificio, esquina con la gran avenida. ¿Su futuro?, un pálpito eterno. Pero por ahora, de nuevo había calma.

El sueño

Relato. 2006. Un viaje a las entrañas del mar. Esto es lo que quería hacer desde que en su infancia le regalaron un submarino de juguete. Bucear o caretear eran deportes que no había practicado nunca. Es más, nunca había conocido el mar, lo veía por las pelis. Le hacía mucha ilusión algún día decirle al mundo que su primera vez había sido por lo alto, o mejor, por lo más bajo, lo más profundo, en submarino. Creía que la vida se componía de ilusiones como las de él, por eso se sentía más vivo que cualquiera, porque su sueño era más difícil de alcanzar que los de muchos. Aunque su anhelo era tan humano como extravagante, lo ponía frente a retos que hacían atractiva su existencia. Tendría que hacer tantas cosas para lograrlo… ¿Por dónde empezar? Sabía que lo más fácil era que se le escurriera todo por entre las manos. , pero insistía. Es que ¿quién puede hacer un paseo en submarino? Es tan utópico, tan incierto. Pero a los sueños hay que trabajarles, como quien quiere subir una c

Intentos

Como parece evidente, esto es un intento, otro, por disciplinar mi espíritu. Bueno qué digo, por encausar antiguos intentos y nuevas búsquedas, esperando ver a dónde nos lleva. Así que, en medio de mi creciente sensación de dinosauria tecnológica en gestación, me decido a abrir un blog y ser blogera, para combatir el entumecimiento y formar parte de este entorno que nos correspondió vivir, tan cambiante, tan exigente y tan atractivo. Bueno, y como todo principiante tengo un verdadero popurrí por publicar. Con el tiempo se irán organizando los intentos y se irán decantando las búsquedas y aspiro a que no se queden perdidas, sino que a algún lado lleguen.