A veces
parecemos perdidos surfeando en la misma gran ola que presiona la vida en
colectivo, la fuerza potente de la sociedad en la que vivimos.
Siempre
lo más cómodo es cabalgar en esa ola tranquilitos, al compás de los que van al
lado… Que no sea que por moverme un poco me salga de la ola y termine
revolcada, asfixiada y maltrecha entre la espuma. Por eso no nos damos cuenta de que esa revolcada tiene su punto importante: el de la adrenalina y el de la conciencia. Esa revolcada te pone en situación, te hace tomar conciencia de tu propia vida, te exige vivir el despiste, sentir el vértigo, aceptar el desajuste, y buscar la tabla en la que surfeábamos, buscar esa plataforma que nos exige revisar nuestras destrezas individuales.
Cuando hablamos de comunicación y liderazgo solemos pensar siempre en el liderazgo como aptitud exclusiva de unos que vienen predestinados en medio de esa “ola”, y que si no fuese por ella serían tan comunes y llanos como cualquiera. Algo así como que la ola es la que los hace destacar y sólo allí se activan. Me he preguntado si esto es así.
He querido averiguar cuáles son los mecanismos de florecimiento y manifestación de estas capacidades y su aplicación en la vida pública. Vamos, en un ejercicio de “insight” profesional y personal que dará para muchos posts. Y podría decir que nada más lejos de la esencia del liderazgo y de la comunicación. Estas dos capacidades o habilidades se construyen desde la intimidad de cada alma, desde el ser de cada individuo. Es allí, en la cresta de la ola y en momentos de confusión, donde se manifiestan, quizá de forma más visible, pero no es la sociedad la que permite que existan líderes ni la que los hace mejores comunicadores.
Digamos que cada capacidad tiene tanta fuerza propia que simplemente está allí y florece si creemos en ello, si queremos que así sea, si fortalecemos los matices de talento personal y empezamos liderando nuestra existencia individual. Es en ese momento en el que se consigue trasladar los conceptos de comunicación y liderazgo a la sociedad y aplicarlos en ella...
Disfrutadlo, yo ya estoy leyéndolo.
Que bien, si, estoy de acuerdo. En esas revolcadas que nos da la vida, nos obligan a repensar quién soy? y obviamente la respuesta va apareciendo en capas sucesivas de pensamientos; y por consiguiente, son las experiencias limite, la que nos van llevando poco a poco a la comprensión interior.
ResponderEliminarGracias Margarita. También me puesto filosófico leyendo la ola. Un saludo, y gracias por la mención. Pablo A .
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